Buñol:
Las calles de una ciudad del este de España se tiñeron de rojo el miércoles mientras los juerguistas se lanzaban tomates demasiado maduros en una animada batalla real durante el tradicional festival de la Tomatina.
Situado a 40 kilómetros (25 millas) al oeste de Valencia, cada año, en la última semana de agosto, unos 22.000 participantes vestidos de blanco participan en un frenesí salpicado de pulpa de tomate.
Siete camiones entregaron 150 toneladas de tomates pera maduros a los entusiastas tostadores, muchos de los cuales procedían del extranjero. Los no residentes pagan una tarifa de 15 euros (16,70 dólares), mientras que los locales de Bunol la disfrutan gratis.
“¡Nos encantan los tomates! Por eso decidimos venir y nos lo pasamos genial”, dijo Taylor, de visita desde Australia, y añadió que él y sus amigos “prepararían unos espaguetis con salsa”.
El inicio de la pelea, que duró una hora, fue señalado con fuegos artificiales cuando uno de los contendientes logró trepar a un poste resbaladizo cubierto de jabón para arrebatar una pierna de jamón que colgaba de lo alto.
Senam de Kenia describió el evento como “hermoso, maravilloso, creativo y alucinante”.
Una vez finalizada la pelea amistosa, se envió un limpiador equipado con una manguera de agua para retirar la basura del camino del tomate debido a la acidez natural del tomate.
Las frutas cultivadas específicamente para el festival se consideran demasiado ácidas para el consumo humano.
Según el sitio web oficial de la Tomatina, el festival se originó durante una pelea que ocurrió en 1945 cuando unos jóvenes intentaron ver más de cerca un desfile y empujaron a uno de los participantes. Varias personas arrancaron tomates de un puesto cercano como misiles improvisados hasta que la policía restableció el orden.
Al año siguiente, los jóvenes volvieron a pelearse y algunos incluso trajeron sus propios tomates. La ceremonia fue prohibida brevemente en la década de 1950 bajo la dictadura fascista del general Francisco Franco, pero se reanudó en 1959 con algunas reglas.
(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).