Investigadores de la Escuela de Ingeniería Tandon de la Universidad de Nueva York han desarrollado un nuevo gel a base de proteínas como ingrediente potencial en productos para el cuidado de la piel personal (PSCP, por sus siglas en inglés) sostenibles y de alto rendimiento. Este componente a base de proteínas, llamado Q5, puede alterar las propiedades reológicas (o relacionadas con el flujo) de las PSCP, haciéndolas más estables en las condiciones ligeramente ácidas de la piel humana. Esta innovación podría agilizar la creación de productos para el cuidado de la piel más ecológicos, aumentando la eficacia y la sostenibilidad y al mismo tiempo abordando la demanda del mercado de ingredientes de origen ético.
Si tiene una rutina de cuidado de la piel meticulosa, sabrá que los productos para el cuidado de la piel personal (PSCP) son un gran negocio. La industria del PSCP alcanzará los 74.120 millones de dólares en 2027, con una tasa compuesta anual del 8,64%. Con tal competencia, las empresas siempre buscan diseñar una ventaja, creando productos que funcionen mejor sin las desventajas de las ofertas actuales.
Un nuevo estudio publicado en Materiales poliméricos aplicados ACS. Desde el laboratorio de Jean Kim, profesor de ingeniería química y biomolecular en Montclair, los investigadores desarrollaron un nuevo gel a base de proteínas como componente potencial en PSCP duraderos y de alto rendimiento. Este componente a base de proteínas, llamado Q5, puede alterar las propiedades reológicas (o relacionadas con el flujo) de las PSCP, haciéndolas más estables en las condiciones ligeramente ácidas de la piel humana. Esta innovación podría agilizar la creación de productos para el cuidado de la piel más ecológicos, aumentando la eficacia y la sostenibilidad y al mismo tiempo abordando la demanda del mercado de ingredientes de origen ético.
Los productos para el cuidado personal de la piel, que van desde cosméticos de belleza hasta cremas médicas, se basan en sofisticadas formulaciones “chasis” (a menudo emulsiones o geles) para administrar eficazmente los ingredientes activos. El desempeño de estos productos depende en gran medida de la estabilidad y reactividad de su chasis bajo diferentes condiciones ambientales, especialmente pH.
Las formulaciones actuales a menudo se basan en ingredientes como polisacáridos o polímeros sintéticos para lograr la textura, estabilidad y compatibilidad deseadas con el pH natural de la piel, que es ligeramente ácido (la mayoría de la piel humana tiene un pH entre 5,4 y 5,9). Sin embargo, estos modificadores reológicos tradicionales han generado preocupaciones ambientales con respecto al abastecimiento y la sostenibilidad.
Para afrontar este desafío, Montclair y sus colegas desarrollaron una proteína autoensamblada en espiral a la que llamaron Q5. En los estudios, Q5 demostró una impresionante estabilidad del pH. La estructura única de la proteína le permite formar geles fuertes que no se degradan fácilmente en condiciones ácidas, lo que aumenta la longevidad y el rendimiento de los productos para el cuidado de la piel. Esta elasticidad marca una mejora significativa con respecto a los geles anteriores a base de proteínas, que normalmente se disocian en entornos de pH bajo.
En particular, la investigación sugiere que la Q5 se puede producir de manera sostenible mediante fermentación bacteriana o de levadura, evitando los problemas éticos y ambientales asociados con las proteínas de origen animal o los polímeros sintéticos. La anfifilia natural de la proteína (su capacidad para atraer y retener la humedad) le permite unir diferentes moléculas, añadiendo versatilidad como humectante o agente aglutinante en productos para el cuidado de la piel.
La investigación sugiere que estos modificadores reológicos a base de proteínas, como el Q5, pronto podrían convertirse en un ingrediente valioso en la próxima generación de productos para el cuidado de la piel de alto rendimiento, ayudando a las marcas a satisfacer la demanda de los consumidores de soluciones de belleza sostenibles sin comprometer la calidad o la eficacia.