Washington:
A Donald Trump todavía le falta un mes para ser presidente de Estados Unidos, pero ya ha demostrado una capacidad única para sembrar confusión y acaparar titulares menospreciando a Canadá, intimidando a los medios de comunicación y torpedeando un acuerdo presupuestario en el Congreso.
“Vamos a ver más caos en el segundo mandato de Trump que en el primero”, dijo Todd Belt, profesor de ciencias políticas de la Universidad George Washington. “Creo que lo que pasó esta semana es un buen indicio de lo que está por venir”.
Añadió que un fallo de la Corte Suprema que otorgara inmunidad general a los presidentes por actos oficiales le daría a Trump “más espacio para actuar según sus peores impulsos”.
El republicano le ha robado el protagonismo al presidente saliente Joe Biden, quien ha desaparecido en gran medida de la vista pública en sus últimas semanas en el cargo.
Trump celebró su primera conferencia de prensa desde que ganó las elecciones el lunes 5 de noviembre, hablando con los periodistas durante más de una hora sobre una variedad de temas y llamando la atención.
“Todo el mundo quiere ser mi amigo”, dijo mientras comentaba una gira de varios directores ejecutivos tecnológicos multimillonarios y otros líderes en su residencia de Florida, que partirá hacia la Casa Blanca el 20 de enero.
‘gran creyente’
Dijo a los periodistas que quería “enderezar” a la prensa, algo que su equipo ha seguido con demandas que observadores y grupos de derechos humanos temen sean señales de crecientes tácticas de censura.
Al comentar sobre una amplia gama de temas, Trump también demostró que no ha cambiado su predilección por entregar mensajes ambiguos, a veces contradictorios.
Tomemos las vacunas, por ejemplo. El republicano dijo que “cree firmemente” en la vacuna contra la polio, pero puso en duda un vínculo ampliamente engañoso entre la vacuna y el autismo.
“Hay algo mal. Y vamos a tratar de resolverlo”, dijo Trump, citando un aumento en el autismo en los EE. UU. que, según los expertos, se debe a cambios en los criterios de diagnóstico, una mayor conciencia y mejores pruebas de detección.
El primer mandato de Trump estuvo marcado por anuncios sensacionales, despidos espectaculares, cambios constantes y agitación diplomática.
Los tomadores de decisiones y los analistas enfrentan un dilema: ¿se toma todo lo que dice Trump al pie de la letra o se ignora al líder de la nación más poderosa del mundo?
Cuatro años después, el problema persiste, como lo demuestran los comentarios burlones de Trump sobre Canadá el miércoles, cuando dijo que sería “una gran idea” que se convirtiera en el estado número 51 de Estados Unidos.
Caída del mercado
La actual confusión creada por el líder republicano ya es un dolor de cabeza para periodistas, diplomáticos, políticos y actores financieros.
“No sabemos mucho sobre la política real”, dijo el jueves el jefe del banco central estadounidense, Jerome Powell.
“No sabemos qué aranceles se impondrán, desde qué países, por cuánto tiempo, en qué forma. No sabemos si habrá aranceles de represalia”.
La Reserva Federal elevó su pronóstico de inflación esta semana y decidió desacelerar el ritmo de sus recortes de tasas el próximo año, lo que hizo que el mercado de valores cayera en picada.
El segundo mandato de Trump promete ser aún más turbulento, ya que, por el momento, está del lado de otra figura poco probable: Elon Musk, el hombre más rico del mundo.
El jefe de SpaceX, Tesla y X mostró su intención de intervenir en el debate político invitándose a un debate presupuestario en el Congreso esta semana.
En una biografía autorizada de Musk, el autor Walter Isaacson define el enfoque del empresario a la hora de construir cohetes: “Asuma riesgos. Aprenda haciendo estallar cosas. Revise. Repita”.
(Esta historia no fue editada por el personal de NDTV y se generó automáticamente a partir de un feed sindicado).