El ascenso de un joven patinador marca un giro en la forma en que una potencia olímpica define el éxito. Pero la gestión de las competiciones de tenis de mesa sugiere que también pueden persistir viejas expectativas.
El ascenso de un joven patinador marca un giro en la forma en que una potencia olímpica define el éxito. Pero la gestión de las competiciones de tenis de mesa sugiere que también pueden persistir viejas expectativas.