Según una nueva investigación, la forma en que te criaron tus padres puede afectar la forma en que tratas a tu perro.
Una encuesta entre dueños de perros en el Reino Unido y EE. UU. encontró que los estilos de crianza experimentados en la infancia están relacionados con la forma en que tratan a su perro cuando son adultos.
Investigadores de las Universidades de Glasgow y Stirling pidieron a 391 dueños de perros que completaran una encuesta en línea.
Esto incluye evaluar los estilos de crianza que experimentaron cuando eran niños y la forma en que cuidaban y disciplinaban a sus perros.
El análisis mostró que los participantes que experimentaron un estilo de crianza permisivo (caracterizado por una gran calidez y capacidad de respuesta pero bajas exigencias y disciplina) tenían más probabilidades de aplicar el mismo estilo a sus perros.
Los padres que adoptan este estilo suelen ser muy indulgentes, evitando reglas rígidas y permitiendo una libertad significativa en la toma de decisiones.
Son afectuosos y receptivos a las necesidades de sus hijos, pero generalmente carecen de la capacidad de brindar dirección y estructura.
Mientras tanto, los participantes que experimentaron una crianza autoritaria tenían menos probabilidades de que se les permitiera tener perros.
La forma en que te criaron tus padres puede afectar la forma en que tratas a tu perro, según una nueva investigación (imagen de archivo).
Una encuesta entre dueños de perros en el Reino Unido y EE. UU. encontró que los estilos de crianza experimentados en la infancia están relacionados con la forma en que tratan a su perro cuando son adultos.
Este tipo de crianza se inclina hacia reglas claras y altas expectativas, fomenta la independencia y al mismo tiempo mantiene una disciplina constante y una comunicación abierta.
El estilo enfatiza la autoridad de los padres y se centra en la obediencia más que en la comprensión.
Los investigadores escribieron en la revista Animals: “Este estudio explora cómo los estilos de crianza hacia los perros están influenciados por sus propias experiencias de crianza.
“Descubrimos que un estilo de crianza permisivo se transmite de generación en generación, y aquellos que lo han experimentado tienen más probabilidades de usarlo con sus perros”.
Las entrevistas con 10 dueños de perros confirmaron que los participantes estaban transcribiendo intencionalmente sus experiencias como padres.
Su análisis también reveló que una orientación “protectora” hacia los perros era la más común, enfatizando el control y la disciplina.
La siguiente más común fue una actitud “humanista”, que consideraba a los perros más como compañeros y enfatizaba los vínculos emocionales.