Pekín:

El relato de una mujer china de 22 años sobre cómo fue atraída a la industria ilegal de la subrogación del país antes de abortar se volvió viral en las redes sociales chinas esta semana y desató un acalorado debate sobre los derechos de las mujeres y la desigualdad social.

La subrogación está prohibida en China y las autoridades han prometido tomar medidas enérgicas contra las prácticas ilegales, incluida la compra y venta de esperma, óvulos y servicios de subrogación.

El incidente se produce mientras las autoridades chinas luchan por aumentar la tasa de natalidad del país a medida que más parejas jóvenes dejan de tener hijos o eligen no tenerlos.

Se espera que la población de China disminuya por segundo año consecutivo en 2023, y en octubre Beijing reunió a los gobiernos locales para dirigir recursos para abordar la crisis demográfica de China y crear una sociedad “favorable a los nacimientos”.

Zhang Jing, de 22 años, dijo a la revista estatal Phoenix TV que donó sus óvulos por desesperación financiera y luego acordó “alquilar su útero” para el embarazo por un total de 30.000 yuanes (4.152 dólares).

Si da a luz “con éxito”, recibirá un pago total de 240.000 yuanes. Embarazada de cinco meses, sufrió graves complicaciones y tuvo que abortar.

La historia de Zhang en la plataforma de redes sociales china Weibo ha obtenido más de 86 millones de visitas y 10.000 comentarios, con el hashtag “#Niña sustituta nacida en la década de 2000 habla claro#”.

La mayoría de los comentarios se oponían firmemente a la subrogación. Algunos advirtieron que la legalización de la maternidad subrogada en China podría aumentar la competencia, lo que reduciría la compensación y devaluaría aún más a las mujeres.

“Si se legaliza la subrogación, ninguna mujer podrá escapar de ella”, escribió un usuario, mientras que otro escribió: “La legalización de la subrogación reducirá los precios y fabricará productos para mujeres”.

La historia de Zhang provocó llamados para que las autoridades tomaran medidas más estrictas contra la maternidad subrogada ilegal, y algunos comentaristas advirtieron que permitir que el mercado negro continúe operando podría incluso normalizar el tráfico de órganos humanos.

“La vida no debería comercializarse como una mercancía”, escribió un usuario. “Si se extiende a la venta de órganos, sólo irá de oscuridad en oscuridad y las mujeres no tendrán futuro”.

El incidente se produce semanas después de que una agencia de gestación subrogada abandonara a una mujer embarazada de 28 años que trabajaba como madre de alquiler en la ciudad de Chengdu, en el suroeste de China.

(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).


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