Nueva Delhi:

Instando a repensar cómo se diagnostica la obesidad, el informe de la Comisión Global de Lancet recomienda un método nuevo y más corto que mide la grasa corporal, como la circunferencia de la cintura o la relación cintura-cadera, además del índice de masa corporal o el IMC para detectar la obesidad. .

Los autores afirman que los enfoques médicos actuales se basan en el IMC, que no es una medida honesta de la salud o enfermedad de una persona y puede dar lugar a un diagnóstico erróneo, lo que puede tener consecuencias potencialmente negativas para las personas que viven con obesidad.

Parte del problema es la definición actual de IMC, que indica obesidad en personas de ascendencia europea mayores de 30 años. Los límites específicos de cada país ayudan a explicar cómo el riesgo de obesidad varía según el origen étnico, afirmó el equipo internacional, que incluye expertos de la India.

Publicado en la revista The Lancet Diabetes and Endocrinology y respaldado por más de 75 sociedades médicas, incluida la Asociación India para el Avance de la Investigación en Obesidad (AIAARO), el informe presenta un “enfoque novedoso y sensible para el diagnóstico de la obesidad” y podría reducir el riesgo de clasificación errónea.

Los autores también introdujeron dos nuevas categorías para diagnosticar la obesidad, que son “medidas objetivas” de la enfermedad de una persona: “obesidad clínica” y “obesidad preclínica”.

Mientras que la obesidad clínica se refiere a una condición crónica o permanente debido a una disfunción orgánica relacionada con la obesidad, la obesidad preclínica se asocia con mayores riesgos para la salud sin morbilidad.

“La pregunta de si la obesidad es una enfermedad es errónea porque supone un escenario inverosímil de todo o nada en el que la obesidad es siempre una enfermedad o nunca una enfermedad. Sin embargo, la evidencia muestra una realidad más matizada. Algunas personas con obesidad pueden mantener la función normal de los órganos y la salud general, incluso a largo plazo, mientras que otros muestran signos y síntomas de enfermedades graves en el aquí y ahora”, dijo el presidente de la comisión Francesco Rubino, del King’s College de Londres.

Replantear el diagnóstico de obesidad permite una atención personalizada, incluido el acceso oportuno a tratamientos basados ​​en evidencia para personas con obesidad clínica, así como estrategias de gestión de reducción de riesgos para la obesidad preclínica, añadió Rubino.

“Esto facilitará una asignación racional de los recursos de atención médica y una priorización justa y clínicamente significativa de las opciones de tratamiento disponibles”, afirmó Rubino.

Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que en 2022 más de mil millones de personas en todo el mundo vivirán con obesidad.

La obesidad tiene una amplia gama de efectos, incluido un mayor riesgo metabólico y cardiovascular. También se sabe que la afección afecta la salud ósea y la fertilidad, además de aumentar el riesgo de cáncer. La calidad de vida, incluida la forma de dormir y moverse, también se ve afectada.

(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).


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