Un misterio centenario que rodea al poeta enterrado en Notre Dame de París puede estar más cerca de resolverse gracias a las excavaciones arqueológicas en la mundialmente famosa catedral, dijeron investigadores el martes.
La ubicación exacta de la tumba del poeta renacentista francés Joachim de Bellay ha desconcertado a los investigadores durante años.
De Bellay, miembro del grupo literario conocido como La Pléiade, murió en 1560 a la edad de 37 años.
Su familia pidió que fuera enterrado en la Capilla Sainte-Crépin de Notre Dame. Pero cuando el sitio fue renovado en 1758, no se encontró ningún rastro de sus restos.
La ubicación exacta de sus restos permaneció envuelta en un misterio hasta 2022, cuando los arqueólogos, tras un incendio en 2019 que destruyó gran parte de Notre Dame, encontraron dos tumbas en el cruce de la catedral.
Los científicos que trabajan para el Instituto Nacional de Arqueología Preventiva identificaron rápidamente a uno de ellos como Antoine de la Porte, quien murió a principios del siglo XVIII.
Pero no pudieron determinar de inmediato quién estaba enterrado en el otro.
Utilizando métodos de análisis modernos, los investigadores comenzaron a encontrar pistas sobre su posible identidad. Todos señalaron a De Bellay.
Una deformidad de su hueso ilíaco les indicó que montaba muchos caballos.
De Bellay “era un hábil jinete, viajó de París a Roma a caballo”, dijo a los periodistas Eric Qubrezzi, médico y arqueólogo.
Además, una incisión hecha con una sierra en el cráneo del cadáver, así como un esternón roto, sugieren que se realizó una autopsia antes de que el cuerpo fuera exhumado, al igual que De Bellay.
Una enfermedad rara que coincide con el historial médico del poeta es la tuberculosis ósea final y más reveladora que conduce a la meningitis crónica.
El diario francés Le Monde describió el misterio que rodea al cuerpo desaparecido como “un caso sin resolver” y dijo que el último descubrimiento era “el resultado más espectacular” de las excavaciones de Notre Dame iniciadas después del catastrófico incendio de 2019.
Los arqueólogos también prefieren ser cautelosos.
“Aún quedan algunas dudas”, afirma Christoph Besnier, uno de los científicos a cargo de la excavación.
(A excepción del titular, esta historia no fue editada por el personal de NDTV y apareció en un canal sindicado).