Un padre ha acogido con satisfacción una “decisión legal histórica” ​​en su larga batalla con un consejo para permitir que su hija lleve a su perro a la escuela.

En agosto contamos cómo la familia creía que al golden retriever se le debería permitir entrar al aula con su hijo para “apoyar su bienestar”.

Los padres dicen que la niña, que se niega a asistir a clases en su escuela en Morey, se beneficiará porque sufre de ansiedad y otras afecciones.

El consejo bloqueó la solicitud alegando que se podrían hacer otros “ajustes razonables” para satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, un tribunal de educación dictaminó que el Consejo de Moray debe ahora tomar una “nueva decisión” sobre el caso.

La familia de la niña cree que llevar a su perro al colegio le quitará preocupaciones a su hija

La familia de la niña cree que llevar a su perro al colegio le quitará preocupaciones a su hija

Se entiende que esto puede ser un compromiso para que la niña pueda llevar a su perro a la escuela durante un “número limitado de horas” cada semana.

El padre del niño, que no quiso ser identificado, dijo: “Se han tomado dos decisiones. Una es que debería recibir una carta de disculpa.

‘La otra es que se ha devuelto al Consejo de Moray para que rehaga su decisión. Esta es una decisión legal histórica que allanará el camino para que otras personas neurodiversas o con problemas de movilidad tengan acceso a perros de asistencia en las escuelas.

“Esto marca el final de casi tres años de lucha para demostrar que nuestra solicitud de perros de asistencia durante un número limitado de horas por semana era un ajuste razonable”. El Consejo de Moray dijo: “Revisaremos los hallazgos para considerar nuestros próximos pasos”.

Se cree que la pareja pagó miles de libras por el entrenamiento especializado del perro. Los perros de asistencia pueden reconocer cuando alguien está ansioso y pueden calmarlo y ayudarlo.

El tribunal consideró una serie de factores, incluido el impacto en otros estudiantes, como aquellos con alergias y aquellos que temen a los perros.

La decisión podría abrir las compuertas a solicitudes similares, aunque a muchos ayuntamientos les preocupa que puedan afrontar responsabilidad si un perro muerde a un niño o le provoca una reacción alérgica.

Quango Education Scotland, que supervisa el sistema escolar, dijo: “Hay un interés cada vez mayor en el uso de perros en entornos educativos con fines terapéuticos.

Es responsabilidad de las autoridades locales satisfacer las necesidades individuales de los alumnos.’

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