Washington:
La promesa de Donald Trump de cerrar proyectos de energía renovable en el “primer día” de una posible presidencia ha provocado conmociones en la industria, haciendo que las acciones de energía renovable se desplomen. “Vamos a asegurarnos de que esté listo desde el primer día”, dijo Trump sobre el parque eólico marino.
Oersted, el mayor desarrollador de energía eólica marina del mundo, cayó hasta un 14 por ciento, mientras que los fabricantes de turbinas eólicas Vestas y Nordex cayeron un 11 por ciento y un 7,5 por ciento respectivamente, informó Reuters.
Este no es el primer rodeo de Trump con energía renovable; En su campaña anterior, afirmó que los paneles solares requerirían un área tan grande como un desierto entero para generar energía. Sin embargo, la necesidad real de terreno para paneles solares es relativamente pequeña, y la mayoría de las instalaciones solares a gran escala que funcionan hoy en día ocupan menos de 600.000 acres, según la Asociación de Industrias de Energía Solar.
Si Trump cumple su promesa, podría tener implicaciones significativas para el sector de las energías renovables, ya que podría intentar eliminar o reducir los créditos fiscales para proyectos de energía renovable, lo que podría paralizar el crecimiento de la industria.
Podría desmantelar las regulaciones ambientales promulgadas por la administración Biden, facilitando el funcionamiento de las empresas de combustibles fósiles.
Una presidencia de Trump podría cambiar la política energética al priorizar los combustibles fósiles sobre las fuentes de energía renovables.
Trump ha prometido poner fin al mandato de vehículos eléctricos, lo que podría perjudicar a la industria de los vehículos eléctricos y su infraestructura relacionada. La postura de Donald Trump sobre los coches eléctricos ha dado un giro dramático.
En diciembre pasado, publicó en Truth Social que los partidarios de los vehículos eléctricos deberían “pudrirse en el infierno”. Sin embargo, Trump repentinamente suavizó su tono después de conversar con Elon Musk, director ejecutivo de Tesla y el hombre más rico del mundo. Ahora, se declara “a favor de los coches eléctricos” y cree que son aptos para “un pequeño segmento” de la población.
En un mitin reciente, Trump admitió que su cambio de opinión se debió en gran medida al apoyo de Musk. “Estoy a favor de los autos eléctricos; tengo que estarlo, porque Elon me ha respaldado”, dijo Trump. “No tengo otra opción”. El cambio es bastante sorprendente, considerando el historial de Trump de criticar los autos eléctricos, incluso llamándolos “fraude”.
Es importante recordar que la capacidad de Trump para implementar estos cambios dependerá de varios factores, incluido el apoyo del Congreso y la posible reacción de los estados, las empresas y los trabajadores. Sin embargo, la incertidumbre que rodea las políticas energéticas de Trump ya ha causado preocupación entre los inversores y partidarios de las energías renovables.
Las acciones de energía solar están cayendo por la preocupación de que una segunda presidencia de Trump pueda poner en peligro la Ley de Reducción de la Inflación, una pieza clave de la legislación que ha impulsado un auge de la energía limpia en Estados Unidos con incentivos fiscales para impulsar la energía solar. Esta ley ha sido fundamental para el crecimiento del sector de las energías renovables.