El expresidente estadounidense Barack Obama y el presidente electo Donald Trump fueron vistos conversando en el funeral de estado del expresidente estadounidense Jimmy Carter. Los dos rivales políticos parecieron compartir un momento alegre, pero un lector de labios forense reveló que su conversación fue más seria de lo que parecía.

Sentados uno al lado del otro, Trump se inclinó hacia Obama, sugiriendo una discusión privada más tarde ese día. “No puedo hablar, a veces necesitamos encontrar un lugar tranquilo. Es un tema importante y necesitamos sacarlo a la luz para que podamos abordarlo hoy”, dijo el lector forense de labios Jeremy Freeman, decodificando las palabras del presidente electo. El correo de Nueva York. Freeman, un experto radicado en Londres, nació sordo y trabajó durante 16 años como perito certificado en el University College de Londres, ayudando a litigantes, policías y periodistas.

Al funeral de Estado, celebrado días antes de la toma de posesión de Trump el 20 de enero, asistieron los expresidentes George W. Bush y Bill Clinton, así como el presidente saliente Joe Biden. La interacción entre los líderes fue mínima, lo que hace que el intercambio Obama-Trump se destaque.

Freeman reveló que Obama dijo en un momento: “Escúchenme, es un trabajo, un trabajo”, aunque el contexto de la declaración no está claro. Según se informa, Trump respondió: “Sí, claro. No se me ocurre nada que funcione”.

La palabrería de Freeman reveló otro momento clave en el que Trump mencionó retirarse de un acuerdo no especificado, insinuando las condiciones que lo rodean. “Estoy fuera de esto. Condicionarlo. ¿Puedes creerlo?”, dijo Trump. Obama negó con la cabeza en respuesta.

Luego, Trump agregó: “Y más tarde lo haré”, antes de sugerir que se conectaran más tarde, “llámame más tarde en el vestíbulo”, posiblemente refiriéndose al área de entrada de la Catedral Nacional.

Obama respondió crípticamente: “¿Puedes…? Debería ser bueno”.

Trump ha criticado repetidamente a Obama, cuestionando su origen estadounidense y acusándolo de espiar durante las elecciones de 2016. Obama, a su vez, ha reprendido constantemente a Trump, calificándolo de amenaza a la democracia y acusándolo de difundir información errónea.

El escenario del funeral, que reunió a una rara reunión de ex presidentes y vicepresidentes, se caracterizó por lo demás por interacciones moderadas.



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