En un descubrimiento innovador, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) ha descubierto agua congelada en un disco protoplanetario distante ubicado fuera de nuestro sistema solar. Esta notable detección fue posible gracias a la cámara avanzada de infrarrojo cercano (NIRCam) de JWST, que capturó imágenes de alta resolución del disco. El disco protoplanetario, designado 114-426, se encuentra a unos 1.300 años luz de la Tierra en la Nebulosa de Orión, una vasta región de formación estelar. Se cree que el disco, a 1.000 veces la distancia Tierra-Sol, es un vivero para la formación de planetas.
de JWST Imagen NIRCam reveló la presencia de agua congelada en forma de granos de hielo, que recubren el polvo del disco. Esta detección se realizó a una longitud de onda de 3 micrómetros, un rango únicamente accesible para JWST.
La banda central del disco protoplanetario bloquea la luz de las estrellas, creando una extraña silueta sobre el fondo brillante de la nebulosa. Sin embargo, el material del disco dispersa la luz, creando lóbulos vibrantes que iluminan el espacio circundante.
JWST encuentra hielo de agua en el disco protoplanetario de Orión 114-426. pic.twitter.com/PE0tM7oUJR
– Jwst Feed (@WebbFeed) 6 de diciembre de 2024
La presencia de hielo de agua en tales entornos es un indicador prometedor del potencial de formación de planetas. El agua es un ingrediente importante para la vida tal como la conocemos, y su disponibilidad en las primeras etapas de la formación de planetas sugiere que pueden haber surgido condiciones habitables en otras partes del universo.
El disco de silueta de Orión de canto es particularmente interesante debido a su orientación de canto única, que proporciona una vista sin obstáculos de la estructura y la estructura del disco. Las observaciones del JWST revelaron no sólo la presencia de hielo de agua, sino también otros compuestos volátiles como el dióxido de carbono y el metano, que son esenciales para la formación de moléculas orgánicas.
El descubrimiento de agua congelada en este distante disco protoplanetario tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de la formación de planetas y el origen del agua en nuestro Sistema Solar.