La teoría de la relatividad general de Albert Einstein ha sido un pilar de la física contemporánea durante más de un siglo. Pero según un estudio reciente, hay poca diferencia entre las predicciones de Einstein y cómo se comportó el universo durante diferentes épocas cosmológicas.
Para comprender mejor la expansión acelerada del universo, descubierta hace 25 años, investigadores de Ginebra y Toulouse III – Paul Sabatier examinaron datos del Dark Energy Survey. Cuando se aplica globalmente, el análisis revela variaciones que ponen en duda las ecuaciones de Einstein, especialmente para los eventos extrasolares.
Este es el resultado, el título. “Midiendo la evolución potencial de Weyl de los primeros tres años de datos del estudio sobre energía oscura”, que fue publicado comunicación de la naturaleza, Conduce a nuevos debates sobre la validez de la relatividad general y las fuerzas que influyen en el universo. Los resultados apuntan a lagunas en nuestro conocimiento del espacio-tiempo y la energía oscura, pero no refutan las teorías de Einstein.
De acuerdo a La teoría de Albert Einstein, El universo está deformado por una lámina de materia grande y flexible. Estas deformaciones provocadas por la gravedad de los cuerpos celestes se denominan “pozos gravitacionales”. Cuando la luz pasa a través de estas estructuras irregulares, su trayectoria es curvada por estos pozos, similar al efecto de una lente de vidrio. Sin embargo, en este caso, es la gravedad, no el vidrio, la que desvía la luz. Este fenómeno se conoce como “lente gravitacional”.
Observar esto proporciona una idea de la composición, la historia y la expansión del universo. Sus primeras mediciones, tomadas durante un eclipse solar en 1919, confirmaron la teoría de Einstein, que predijo una desviación de la luz dos veces mayor de lo que había predicho Isaac Newton. Esta diferencia surge de la introducción por parte de Einstein de un nuevo elemento clave: la distorsión del tiempo, además de la distorsión del espacio, para lograr la curvatura correcta de la luz.
“Hasta ahora, los datos del Dark Energy Survey se han utilizado para medir la distribución de la materia en el Universo. En nuestro estudio, utilizamos estos datos para medir directamente las distorsiones en el tiempo y el espacio, lo que nos permite comparar nuestros resultados con las predicciones de Einstein”. dijo Camille Bonvin, profesora asociada de Física Teórica en la Facultad de Ciencias de UNIGE, quien dirigió la investigación.
“Descubrimos que en el pasado lejano, hace 6 y 7 mil millones de años, las profundidades de los pozos se corresponden bien con las predicciones de Einstein. Sin embargo, hoy, hace entre 3,5 y 5 mil millones de años, son ligeramente menos profundos de lo que Einstein predijo”. Isaac Tutousous, Astrónomo Asistente del Instituto de Investigaciones en Astrofísica y Planetología (IRAP/OMP) de la Universidad; Toulouse III – Paul Sabatier y autor principal del estudio.