Los retrasos y cancelaciones de trenes han aumentado desde que los laboristas llegaron al poder.
Las peores cifras hasta el momento las registraron Northern y LNER, dos de las cuatro redes nacionalizadas por los conservadores tras los malos resultados de los operadores privados.
Los datos publicados por la Oficina del Regulador de Ferrocarriles y Carreteras de julio a septiembre mostraron que la puntualidad empeoró en 16 de 24 operadores y cancelaciones en 18 de ellos, la peor en cuatro años.
Alrededor del 4,2 por ciento de los servicios fueron cancelados en toda la red.
En el norte, casi uno de cada diez servicios fue cancelado, mientras que en el operador estatal de la Línea Principal de la Costa Este, LNER, el 7,4 por ciento de los servicios no se presentaron, en parte debido a una disputa de relaciones laborales resuelta a principios de otoño.
En total, sólo el 85,2 por ciento de los trenes llegaron a su destino dentro de los diez minutos de su horario previsto, el nivel más bajo desde antes de la pandemia.
Las cifras llegan poco después de que el Partido Laborista concediera a los conductores un aumento salarial del 15 por ciento.
Los retrasos y cancelaciones de trenes han aumentado desde que los laboristas llegaron al poder. Foto de : Sir Keir Starmer
Los datos publicados por la Oficina de Ferrocarriles y Carreteras del regulador de julio a septiembre mostraron que 16 de 24 operadores tuvieron poca puntualidad y 18 tuvieron cancelaciones, la peor en cuatro años (imagen de archivo)
El partido en su manifiesto prometió renacionalizar las franquicias restantes.
Northern atribuyó la culpa a la imposibilidad de llegar a un acuerdo con el RMT, que representa a los conductores.
Un portavoz dijo: “Estamos trabajando duro para resolver los problemas con la disponibilidad de la tripulación del tren”.
Un portavoz de LNER afirmó: “Las últimas cifras datan de hace varios meses y en los últimos tres meses las cancelaciones previstas debido a huelgas han disminuido significativamente”.