La decisión de Meta de abandonar su programa de verificación de datos y adoptar un modelo de colaboración abierta con énfasis en la “libre expresión” ha provocado un acalorado debate sobre sus implicaciones para la desinformación y el discurso de odio en línea.

Este profundo cambio en la moderación del contenido se produce menos de dos semanas antes de la reelección de Donald Trump como presidente y marca un cambio significativo en la forma en que Meta, que administra Facebook, Instagram y Threads, maneja el contenido en sus plataformas.

La medida se considera una respuesta a las críticas de los conservadores, que argumentan que las políticas de verificación de datos de Matters reprimen desproporcionadamente el pensamiento de derecha. El propio Trump amenazó al director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, con que podría “pasar el resto de su vida en prisión” si intentaba interferir en las elecciones de 2024.

Desde la victoria electoral de Trump, Zuckerberg ha intentado enmendar su relación. Eso incluye donar un millón de dólares al fondo inaugural de Trump y promover a Joel Kaplan, un conservador de larga data, para que se convierta en el nuevo jefe de política global de Meta. El liderazgo de Kaplan llevó a Meta a adoptar un modelo de notas comunitarias, defendido por el aliado de Trump, Elon Musk en X, en el que los usuarios no remunerados vigilan el contenido en lugar de expertos externos.

Zuckerberg reconoció que este cambio de política podría significar que “vamos a detectar menos cosas malas”. Cuando se le preguntó a Trump si el cambio de Meta fue en respuesta a sus amenazas anteriores, respondió: “Probablemente”. Los cambios afectarán a Facebook, Instagram y Threads, con más de 3 mil millones de usuarios en todo el mundo, y detendrán el escaneo activo en busca de discursos de odio en lugar de eliminar “violaciones de alta gravedad” como el terrorismo y la explotación infantil.

Los críticos argumentan que el nuevo enfoque de Meta conducirá a un aumento de la desinformación y el discurso de odio en línea. Nora Benavidez, asesora principal de Free Press y directora de Justicia Digital y Derechos Civiles, dijo que “la moderación de contenido nunca ha sido una herramienta para suprimir la libertad de expresión; es una política que las propias plataformas han creado para promover la conversación y proteger la verdad para los usuarios”. Benavidez también enfatizó que la decisión de Zuckerberg no se trataba de proteger la libertad de expresión, sino de “liberar a las empresas de tecnología de su responsabilidad de proteger a muchos usuarios” y alinearse con la agenda de Trump.

“El anuncio de Zuke es una reacción totalmente instintiva hacia Trump y un intento de frenar a Musk en su carrera”, dijo a Bluesky Nina Jankovic, experta en distracciones, refiriéndose al propietario de X, Elon Musk.

El giro de Zuckerberg hacia la administración Trump se considera un movimiento único dada la posición dominante de Meta en la forma en que los estadounidenses interactúan en línea. Dado que cuatro metaaplicaciones (Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger) se encuentran entre las plataformas de Internet más utilizadas, el impacto de este cambio de política es de gran alcance.


Source link