El misterio de décadas de DB Cooper, el escurridizo secuestrador que desapareció en la noche con un rescate de 200.000 dólares, ha dado un giro notable. El FBI reabrió su investigación después de que se descubriera un paracaídas, potencialmente relacionado con el infame crimen.
El paracaídas fue encontrado en la propiedad de una familia vinculada a Richard Floyd McCoy II, el principal sospechoso del caso. McCoy fue arrestado por un robo similar poco después de la audaz fuga de Cooper. Semana de noticias Informe
El investigador de YouTube Dan Grider, que ha estado investigando el caso Cooper durante más de dos décadas, jugó un papel clave en este desarrollo. Desplegó el paracaídas en la propiedad de la familia McCoy en Carolina del Norte y compartió sus hallazgos en una serie de videos.
El renovado interés del FBI en el caso se vio impulsado por la posible importancia del paracaídas descubierto. Podría proporcionar evidencia crucial para arrojar luz sobre uno de los misterios más perdurables de la historia de la aviación.
¿Qué pasó con DB Cooper?
El 21 de noviembre de 1971, un hombre conocido como DB Cooper compró un billete de ida a Seattle. Durante el vuelo del Boeing 727, le pasó una nota a la azafata Florence Schaffner afirmando tener una bomba en su maletín.
Schaffner, después de inspeccionar lo que parecía ser una bomba improvisada (aunque su autenticidad sigue siendo incierta), el capitán del avión William A. advirtió Scott. La nota mecanografiada exigía 200.000 dólares en billetes de 20 dólares y cuatro paracaídas.
Cooper se comunicó brevemente con la tripulación de vuelo a través del teléfono interno del avión, pero colgó después de un rato. Cuando el avión aterrizó, se fue. Las autoridades creen que Cooper se lanzó en paracaídas desde la parte trasera del avión a mitad de camino con el dinero en efectivo.
En la década de 1970, la seguridad del aeropuerto era mucho menos estricta que hoy y los investigadores no pudieron determinar el momento exacto en que salió del avión, lo que dificultó la localización de su zona de aterrizaje.
Hasta el día de hoy, DB Cooper sigue siendo oficialmente desconocido y prófugo. El FBI inició una extensa investigación y entrevistó a más de 800 sospechosos en 1976, pero el caso sigue siendo uno de los mayores misterios sin resolver en la historia de la aviación.