Hombres armados dispararon una docena de tiros contra el edificio del periódico El Debate en el estado de Sinaloa, en el norte de México, informaron los medios el viernes.

El periódico tiene su sede en la capital del estado de Culiacán, donde facciones rivales del cartel de Sinaloa continúan una sangrienta batalla.

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El periódico dijo que sufrió al menos cuatro impactos de bala en las paredes del edificio y que más balas impactaron en los vehículos del periódico estacionados frente a la oficina el jueves por la noche. Según los informes, nadie resultó herido.

La Alianza Mexicana de Medios, un grupo de libertad de prensa, lo calificó como un “ataque directo a la libertad de prensa y al derecho del público a estar informado”.

El Debate informó que los agresores llegaron en dos autos y se detuvieron un rato frente al edificio. Un pistolero abrió fuego con un rifle antes de poder escapar.

Las amenazas contra periodistas y sus fuentes han aumentado drásticamente desde que estalló la última ronda de enfrentamientos entre facciones después de que dos capos de la droga de Sinaloa, uno de cada facción, volaron a Estados Unidos y fueron arrestados allí.

Los narcotraficantes Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López fueron arrestados en Estados Unidos el 25 de julio después de volar una avioneta.

Más tarde, Zambada afirmó que Guzmán López lo secuestró y lo obligó a abordar el avión, lo que provocó una violenta batalla entre la pandilla de Zambada y el grupo “Chapitos”, liderado por los hijos del narcotraficante encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán.

violencia en mexico

Miembros de la Guardia Nacional patrullan las calles de Culiacán, estado de Sinaloa, México, el lunes 14 de octubre de 2024. (Foto AP)

Los periodistas informaron haber sido detenidos por hombres armados en las calles a las afueras de Culiacán y dijeron que no podían cubrir los tiroteos en curso en las afueras de la ciudad casi a diario.

En 2017, Javier Valdez, un premiado reportero del semanario Río Dos especializado en cubrir el narcotráfico y el crimen organizado, fue asesinado en la capital del estado de Sinaloa.

El director de Rio DOS, Ismael Bojarquez, dijo que “como en cualquier otra guerra, los periodistas estamos atrapados en el fuego cruzado”.

No hay duda de que los cárteles en guerra de Sinaloa quieren intimidar a los medios para que no informen sobre su guerra, y esto ha obligado a los residentes locales a recurrir a las redes sociales para obtener informes sobre cuándo podría ser seguro salir y dónde reside el peligro.

El viernes, esas plataformas de redes sociales se llenaron de videos de vehículos circulando a toda velocidad por ciudades, cadáveres y convoyes de cárteles quemando.

Como es habitual, esto no ha recibido ninguna confirmación por parte de las autoridades estatales, que han intentado constantemente restar importancia a la violencia.

El jueves, horas antes del ataque al periódico, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, dijo que “no había nada de qué preocuparse” y que “todo está bajo control”.

Pero la verdad se filtra por los bordes: la Universidad Estatal de Sinaloa dijo a los estudiantes que cancelaría clases privadas el viernes debido a “actos de violencia en y alrededor de la capital del estado de Sinaloa”.

Estos videos en línea a veces representan escenas que razonablemente podrían compararse con una guerra: hace dos semanas, en un pueblo al norte de Culiacán, un conductor que pasaba disparó contra un helicóptero militar que deambulaba por cuatro hombres armados con cascos y chalecos tácticos a pocos metros de una carretera. Los pistoleros estrellaron su camión contra un poste telefónico, pero respondieron al fuego del helicóptero.

Sin embargo, los rumores en línea a veces no son confiables.

La Cruz Roja de Sinaloa se vio obligada a emitir un comunicado el jueves por la noche negando que dos paramédicos hubieran sido secuestrados junto con su ambulancia en un pueblo remoto donde los enfrentamientos fueron particularmente feroces.

Pero incluso la Cruz Roja estaba preocupada. Fue cuidadoso en decir que “es importante recalcar que la Cruz Roja Mexicana no está tomando partido en el conflicto”.

Los fiscales estatales fueron excluidos en gran medida después de que el fiscal jefe del estado dimitiera el 25 de julio tras presentar información falsa sobre el asesinato de un opositor del gobernador Rocha.

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Y toda la fuerza municipal de Culiacán ha sido desarmada temporalmente por soldados para revisar sus armas, algo que se hizo en el pasado cuando el ejército sospechaba que agentes de policía estaban trabajando para los cárteles de la droga.

La presidenta Claudia Sheinbaum limitó su reacción ante el tiroteo a unas pocas palabras al diario. “El primero, obviamente, es condenar estos hechos, e investigarlos”, afirmó Sheinbaum.

El estado está gobernado por su partido Morena y él ha apoyado firmemente a Rocha.

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