Una escena dramática se desarrolla en un tribunal chino cuando un hombre saca a Li, su esposa Chen, para evitar un divorcio forzado. De acuerdo a Poste matutino del sur de ChinaChen solicitó el divorcio, citando violencia doméstica y presunta agresión por parte de Lee en estado de ebriedad. La pareja, que vive en la provincia de Sichuan, ha estado casada durante 20 años y tiene dos hijos y una hija. A pesar de las afirmaciones de Chen, el tribunal inicialmente negó el divorcio, sugiriendo que la reconciliación era posible debido a su “profundo vínculo emocional” y la desgana de Lee.

Sin embargo, Chen apeló, lo que llevó a un segundo juicio en el que las emociones de Lee se apoderaron de él. Levantó a Chen del suelo y huyó de la sala, dejando a su esposa gritando sobre su espalda. Los alguaciles del tribunal intervinieron rápidamente y reprendieron a Lee. Posteriormente, el 12 de septiembre, Lee se disculpó por escrito, admitiendo sus excesos y prometiendo no repetirlos.

“En mi agitación mental, pensé erróneamente que me iba a divorciar del apelante, así que lo saqué del tribunal, ignorando las instrucciones del juez y de los funcionarios del tribunal que intentaron detener mis acciones extremas. Ahora comprendo la gravedad de mi error y su impacto negativo. Te garantizo que no repetiré este error en el futuro”, escribió.

Sorprendentemente, la pareja decidió no seguir adelante con su divorcio. A pesar de las acusaciones iniciales de violencia doméstica de Chen y su petición de poner fin a su matrimonio de 20 años, decidió darle a Lee otra oportunidad.

La decisión del tribunal provocó preocupación e indignación generalizadas en línea, y muchos cuestionaron la comprensión del tribunal sobre la violencia doméstica y el manejo de tales casos por parte del sistema legal. Este no es un incidente aislado, ya que la violencia doméstica es un problema generalizado en China. Según la Federación Nacional de Mujeres de China, el 30 por ciento de las mujeres casadas sufren violencia doméstica y el 60 por ciento de los suicidios femeninos se atribuyen a este problema.

“Si puede sacarla de los tribunales en público, qué podrá hacer en privado”, dijo un usuario.

Otro comentó: “¿Qué significa que la relación no se rompe? ¿Golpear a alguien hasta matarlo cuenta?

Un tercero añadió: ‘¡Oh Dios! ¿Cómo no iban a dar el divorcio en esta situación?


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