Una mujer herida en un accidente de equitación está demandando a un hospital del NHS alegando que la obligaron a que le amputaran la pierna mientras la cuidaban.

Rachel Rutherford solicita una compensación de 300.000 libras esterlinas al Royal Cornwall Hospitals NHS Trust, que, según ella, arruinó su vida.

El hombre de 48 años se sometió a cinco operaciones antes de que los cirujanos decidieran que su pierna no podía salvarse, lo que le dejó con un dolor severo en el miembro fantasma, depresión y problemas de movilidad.

Según documentos legales presentados ante el Tribunal Superior de Londres, la Sra. Rutherford sufrió graves lesiones en las piernas y las rodillas cuando un caballo de bolos la arrojó contra una valla en 2020.

Se sometió a una operación inicial de cinco horas para reparar una espinilla rota, lo que implicó insertar piezas de metal en su pierna dañada.

Rachel Rutherford solicita £300,000 en daños y perjuicios al Royal Cornwall Hospitals NHS Trust (Imagen: Royal Cornwall Hospital)

Rachel Rutherford solicita £300,000 en daños y perjuicios al Royal Cornwall Hospitals NHS Trust (Imagen: Royal Cornwall Hospital)

La señora Rutherford sufrió graves lesiones en las piernas y las rodillas cuando un caballo de bolos la arrojó contra una valla en 2020 (imagen de archivo)

La señora Rutherford sufrió graves lesiones en las piernas y las rodillas cuando un caballo de bolos la arrojó contra una valla en 2020 (imagen de archivo)

John Matthews, cirujano ortopédico y traumatólogo, ordenó a sus colegas que lo vigilaran de cerca para detectar el “síndrome compartimental”, una condición dolorosa que ocurre cuando un músculo se hincha demasiado, restringiendo el flujo sanguíneo a la extremidad.

Pero la señorita Rutherford afirmó que el personal del hospital no evaluó adecuadamente su pierna después de la cirugía y no siguió las instrucciones del señor Matthews.

Tenía tanto dolor que se sometió a una segunda operación que duró nueve horas antes de necesitar más cirugía para tratar de aliviar la presión.

Finalmente, tras la quinta operación fallida, los cirujanos decidieron que no tenían más remedio que amputarle la pierna por encima de la rodilla. La operación tuvo lugar en otro hospital cercano a su domicilio familiar.

El tribunal escuchará que, además de soportar un dolor constante, la señora Rutherford, de Helston, Cornwall, necesita rehabilitación y fisioterapia a largo plazo y también le han recetado antidepresivos.

Dijo: ‘Disfruté de largas caminatas y paseos por todas partes. Sin embargo, ha desaparecido por completo y es difícil encontrar las palabras para describir cómo ha cambiado mi vida. Pasé de ser independiente a ser dependiente de los demás.’

La señorita Rutherford afirmó que si el Royal Cornwall Hospitals NHS Trust no hubiera sido negligente, no habría sido necesario amputarle la pierna. Dice que si se hubiera hecho antes una operación u operación para aliviar la hinchazón de su pierna, se podría haber evitado la amputación y probablemente se habría recuperado por completo.

El hospital admitió incumplimiento de su deber por no realizar una cirugía de emergencia para liberar la presión sobre su pierna, pero negó el incumplimiento debido a la amputación.

Se ha contactado al Royal Cornwall Hospital NHS Trust para solicitar comentarios.

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