Nueva Delhi:
Los Juegos Olímpicos, considerados la cúspide de la competición deportiva, tuvieron hoy un gran comienzo en París. Los Juegos también honran a los atletas refugiados que han superado obstáculos increíbles para perseguir sus sueños. Una de esas atletas es Yusra Mardini, una refugiada siria que huyó de su país devastado por la guerra cuando era adolescente y compitió en los Juegos Olímpicos de 2016 y 2020.
Yusra tenía 16 años cuando huyó de la guerra civil a su casa en Siria en agosto de 2015.
Acompañado de su hermana, el viaje fue difícil. Viajaron en avión desde Siria al Líbano, luego a Türkiye, antes de abordar un barco hacia Grecia.
Se suponía que el corto viaje de 10 kilómetros duraría sólo 45 minutos, pero el barco, ya en malas condiciones y abarrotado con 20 personas, comenzó a balancearse en sólo 20 minutos. Yusra, su hermana y otras dos personas se vieron obligadas a abandonar el barco y empujarlo hasta la orilla, un esfuerzo desesperado que duró más de tres horas.
“En todo momento se pueden escuchar todas nuestras oraciones con una sola voz”, dijo en una entrevista el embajador del Equipo Olímpico de Refugiados.
Su viaje hasta su destino final, Alemania, continuó a pie, en autobús e incluso con la ayuda de contrabandistas. Menos de un año después, Mardini compitió en Río 2016 como parte del primer equipo olímpico de refugiados del COI.
Aunque su actuación en las eliminatorias de 100 m mariposa lo colocó entre los últimos puestos, su victoria cruzó el podio de medallas. En sus palabras, no sólo llevaba la bandera olímpica sino también las esperanzas y los sueños de una comunidad global.
El viaje de Yusra se ha extendido más allá de la piscina, ya que abogó por los derechos de los refugiados y fue nombrada la Embajadora de Buena Voluntad de Derechos Humanos de la ONU más joven. Su espíritu indomable continúa inspirando y demostrando que el deporte puede ser una herramienta poderosa para la esperanza y la resiliencia.
El reciente lanzamiento de su película biográfica “The Swimmers” consolidó su legado, mientras que su inclusión entre las 100 personas más influyentes del mundo de la revista Time en 2023 confirmó su influencia en la sociedad.
Mientras que 10 atletas participaron en los Juegos Olímpicos de 2016 como parte del equipo de refugiados, 37 atletas representarán el estandarte en los Juegos Olímpicos de París.