Investigadores de la Universidad McGill han logrado un avance significativo en el desarrollo de baterías de litio de estado sólido, que se consideran el siguiente paso en la tecnología de baterías de vehículos eléctricos (EV).
Al resolver problemas de larga data con el rendimiento de la batería, esta innovación podría allanar el camino para vehículos eléctricos más seguros y duraderos.
El desafío radica en la resistencia que se produce donde el electrolito cerámico se encuentra con el electrodo. Esto hace que la batería sea menos eficiente y reduce la cantidad de energía que puede entregar. El equipo de investigación descubrió que crear una membrana cerámica porosa en lugar de una placa gruesa tradicional y llenarla con una pequeña cantidad de polímero podría resolver este problema.
“Utilizando una membrana porosa rellena de polímero, podemos permitir que los iones de litio se muevan libremente y eliminar la resistencia interfacial entre el electrolito sólido y el electrodo”, dijo George Demopoulos, profesor de ingeniería de materiales, quien dirigió la investigación.
“Esto no sólo mejora el rendimiento de la batería sino que también crea una interfaz estable para el funcionamiento de alto voltaje, que es uno de los principales objetivos de la industria”.
Las baterías de iones de litio actuales dependen de electrolitos líquidos, que plantean riesgos para la seguridad debido a su inflamabilidad. Las baterías totalmente de estado sólido tienen como objetivo reemplazar los componentes líquidos por sólidos para mejorar la seguridad y la eficiencia. Este nuevo diseño ofrece una forma novedosa de superar una de las barreras clave para hacer que las baterías de estado sólido sean una realidad para la industria de los vehículos eléctricos.
“Este descubrimiento nos acerca a la creación de la próxima generación de baterías más seguras y eficientes para vehículos eléctricos”, dijo Senhao Wang, primer autor del estudio y doctorado en el Departamento de Ingeniería de Materiales.