Geocientíficos de la Universidad de Colonia han dirigido un estudio internacional para determinar el origen del enorme fragmento de roca que chocó contra la Tierra hace unos 66 millones de años y cambió permanentemente el clima. Los científicos analizaron muestras de capas de rocas que marcan el límite entre los períodos Cretácico y Paleógeno. En este período también se produjo la última gran extinción masiva en la Tierra, con alrededor del 70 por ciento de todas las especies animales desaparecidas. Los resultados del estudio se publicaron en 2012. ciencia lo que indica que el asteroide se formó fuera de la órbita de Júpiter durante el desarrollo temprano de nuestro sistema solar.

Según una teoría ampliamente aceptada, la extinción masiva en el límite Cretácico-Paleógeno fue iniciada por el impacto de un asteroide de al menos 10 km de diámetro cerca de Chicxulub, en la península de Yucatán, México. En el impacto, el asteroide y una gran cantidad de roca terrestre se vaporizaron. Las finas partículas de polvo suben a la estratosfera y oscurecen el Sol. Esto provocó cambios dramáticos en las condiciones de vida en el planeta y detuvo la actividad fotosintética durante varios años.

El polvo liberado por el impacto crea una capa de sedimento en todo el mundo. Esta es la razón por la que el límite Cretácico-Paleógeno puede identificarse y muestrearse en muchas partes del mundo. Tiene una alta concentración de metales del grupo del platino, que provienen de asteroides y, por lo demás, son extremadamente raros en las rocas que forman la corteza terrestre.

Al analizar la composición isotópica del metal platino rutenio en el laboratorio de sala blanca del Instituto de Geología y Mineralogía de la Universidad de Colonia, los científicos descubrieron que el asteroide proviene originalmente del sistema solar exterior. “La composición del asteroide es consistente con los asteroides carbonosos que se formaron fuera de la órbita de Júpiter durante la formación del Sistema Solar”, dijo el Dr. Mario Fischer-Godde, primer autor del estudio.

También se determinaron las composiciones de isótopos de rutenio de otros cráteres y estructuras de impacto de diferentes edades en la Tierra para compararlas. Estos datos muestran que durante los últimos 500 millones de años, casi exclusivamente fragmentos de asteroides de tipo S han chocado contra la Tierra. A diferencia de los impactos en el límite Cretácico-Paleógeno, estos asteroides se originaron en el interior del Sistema Solar. Más del 80 por ciento de todos los fragmentos de asteroides que chocan contra la Tierra en forma de meteoros provienen del Sistema Solar interior. La coautora del estudio, la profesora Kirsten Munker, añadió: “Descubrimos que el impacto de un asteroide como Chicxulub es un evento muy raro y único en el tiempo geológico. El destino de los dinosaurios y muchas otras especies fue sellado por este proyectil desde los confines exteriores del sistema solar”. sistema.”

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