Al igual que otros sectores del mundo, el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) a la velocidad de la luz se ha abierto camino en la atención sanitaria, especialmente en el campo de la radiología. A medida que los sistemas de diagnóstico basados en IA siguen prosperando, los hospitales están adoptando rápidamente la tecnología para ayudar a los radiólogos. Por el contrario, existen preocupaciones sobre el impacto ambiental de modelos de IA cada vez más complejos y la necesidad de soluciones de IA más sostenibles.
Entonces, Daizu Ueda, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad Metropolitana de Osaka y miembro de la Sociedad Radiológica de Japón, dirigió un equipo de investigación que investigaba los costos ambientales de la IA. En esta revisión de la investigación, miembros clave de la Sociedad Radiológica de Japón e investigadores del campo médico analizan el consumo de energía de los sistemas de inteligencia artificial en el campo médico, las emisiones de carbono de los centros de datos y los problemas de desechos electrónicos. Se discutieron soluciones específicas para mitigar estos impactos ambientales, incluido el desarrollo de modelos de inteligencia artificial energéticamente eficientes, la implementación de informática ecológica y el uso de energía renovable.
Además, la revisión sugiere medidas para el despliegue sostenible de la IA en el campo médico. Estas son pautas importantes para que las instituciones médicas, los formuladores de políticas y los desarrolladores de IA gestionen los sistemas de IA de una manera ambientalmente responsable.
“La IA tiene el potencial de mejorar la calidad de la atención sanitaria, pero al mismo tiempo no se puede ignorar su impacto medioambiental. Las mejores prácticas que hemos recomendado son un primer paso hacia el equilibrio de estos dos factores”, afirmó el profesor Ueda. “El desafío para el futuro será validar y elaborar más estas recomendaciones en la práctica médica real. Se espera que contribuyan a la estandarización de métodos para la evaluación del impacto ambiental de la IA y al desarrollo de un marco regulatorio internacional”.