Los vasos sanguíneos impresos en 3D, que imitan fielmente las propiedades de las venas humanas, podrían transformar el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares.
Según los expertos, unos tubos fuertes, flexibles y similares a gel, creados utilizando una novedosa tecnología de impresión 3D, podrían mejorar los resultados de los pacientes con bypass cardíaco al reemplazar las venas humanas y artificiales que se utilizan actualmente en cirugía para redirigir el flujo sanguíneo.
El desarrollo de vasos sintéticos podría ayudar a limitar las cicatrices, el dolor y el riesgo de infección asociados con la extirpación de venas humanas en operaciones de bypass de las cuales se llevan a cabo alrededor de 20.000 en Inglaterra cada año. Los productos también pueden ayudar a aliviar el fracaso de injertos sintéticos más pequeños, que pueden resultar difíciles de integrar en el cuerpo.
En un proceso de dos etapas, un equipo de investigadores dirigido por la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo utilizó un husillo giratorio integrado en una impresora 3D para imprimir injertos cilíndricos hechos de un gel a base de agua.
Luego reforzaron el injerto impreso en un proceso conocido como electrohilado, que utiliza alto voltaje para generar nanofibras muy delgadas, cubriendo el vaso sanguíneo artificial con moléculas de poliéster biodegradables.
Las pruebas muestran que los productos resultantes son tan fuertes como los vasos sanguíneos naturales.
El injerto 3D se puede fabricar en espesores de 1 a 40 mm de diámetro para diversas aplicaciones, y su flexibilidad significa que puede integrarse fácilmente en el cuerpo humano, afirmó el equipo.
La siguiente fase de la investigación implicará la investigación utilizando vasos sanguíneos en animales en colaboración con el Instituto Roslyn de la Universidad de Edimburgo, seguida de ensayos en humanos.
La investigación, publicada en Advanced Materials Technologies, se realizó en colaboración con la Universidad Heriot-Watt.
El Dr. Faraz Fazal de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo y autor principal dijo: “Nuestra técnica híbrida abre nuevas y apasionantes posibilidades para la creación de construcciones tubulares en ingeniería de tejidos”.
El Dr. Norbert Radassi, de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Edimburgo e investigador principal, dijo: “Los hallazgos de nuestra investigación abordan un desafío de larga data en la ingeniería de tejidos vasculares: crear un tubo que tenga propiedades biomecánicas similares a las de las venas humanas.
“Con apoyo y colaboración continuos, la visión de mejores opciones de tratamiento para pacientes con enfermedades cardiovasculares puede convertirse en realidad”.