Un equipo de investigadores internacionales ha desarrollado un tejido natural que los habitantes urbanos pueden usar para combatir el aumento de las temperaturas en las ciudades de todo el mundo provocado por los edificios, el asfalto y el hormigón.

A medida que las olas de calor se vuelven más prominentes, los textiles refrescantes que pueden integrarse en ropa, sombreros, zapatos e incluso superficies de edificios ofrecen vislumbres de un futuro en el que los aires acondicionados que emiten gases de efecto invernadero tal vez ya no sean necesarios en nuestras ciudades.

Ingenieros de la Universidad de Zhengzhou y la Universidad de Australia del Sur dijeron que la tela portátil fue diseñada para reflejar la luz del sol y permitir que el calor escape, mientras bloquea los rayos del sol y reduce las temperaturas. Describen en el último número de Textiles Boletín científico.

El tejido promete brindar alivio a millones de habitantes urbanos que enfrentan temperaturas más cálidas e incómodas debido al cambio climático global y menos espacios verdes.

El investigador visitante de UniSA, Yangze Hou, dijo que la tela explota el principio de enfriamiento radiativo, un proceso natural en el que los materiales emiten calor a la atmósfera y, en última instancia, al espacio.

“A diferencia de las telas tradicionales que retienen el calor, estos textiles están hechos de tres capas diseñadas para optimizar el enfriamiento”, dice Howe.

La capa superior hecha de fibra de polimetilpentano permite que el calor irradie de manera efectiva. La capa intermedia compuesta por nanocables de plata aumenta la reflectividad del tejido, evitando que el exceso de calor llegue al cuerpo. Una capa inferior hecha de lana aleja el calor de la piel, lo que garantiza que los usuarios se mantengan frescos, incluso en los entornos urbanos más calurosos.

“En nuestras pruebas, se encontró que la tela era 2,3 °C más fría que los textiles tradicionales cuando se colocaba verticalmente y hasta 6,2 °C más fría que el entorno circundante cuando se usaba como revestimiento de superficie horizontal.

“La capacidad del tejido para reducir pasivamente la temperatura ofrece una alternativa sostenible al aire acondicionado convencional, proporcionando ahorro de energía y reduciendo la tensión en la red eléctrica durante las olas de calor”.

Los investigadores de la Universidad de Zhengzhou, Xingna Zhang y el profesor Jianhu Liu, dicen que la tecnología no sólo resuelve el problema inmediato de las islas de calor urbanas, sino que también contribuye a mayores esfuerzos para mitigar el cambio climático y avanzar hacia estilos de vida urbanos más sostenibles.

Se espera que la tecnología se adapte a una gama más amplia de aplicaciones, incluidos materiales de construcción, mobiliario de exterior y planificación urbana.

Si bien el tejido es muy prometedor, los investigadores dicen que el proceso de fabricación actual es costoso y que la sostenibilidad a largo plazo del textil requiere más investigación y apoyo gubernamental antes de que pueda comercializarse.

“Que los consumidores estén dispuestos a pagar más por telas portátiles depende del efecto refrescante, la durabilidad, la comodidad y su conciencia ambiental”, dicen los investigadores.

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