Hannah Martin, de 32 años, de Weimart, Pensilvania, compartió la emotiva historia de su decisión de adoptar a sus dos hijos, y la describió como una elección profundamente dolorosa pero necesaria. Ella reflexiona sobre la experiencia como “traumática” y “desgarradora”, pero también “alentadora” porque le permitió dar a sus hijos la oportunidad de una vida mejor. el espejo.
Martin, ahora ama de casa de un hijo de 15 años, una hija de 8 años y un hijo de 6, describió cómo tuvo que adoptar a su hija Adriana en 2011, de solo 19 años, debido a luchas financieras. Al principio, descubrir su embarazo la dejó “emocionada pero asustada”, ya que concibió después de un encuentro casual con el amigo de su hermano. A pesar de tomar métodos anticonceptivos, quedó embarazada y el padre del niño negó su responsabilidad y se negó a brindarle apoyo.
Después de casi seis semanas de intentar cuidar a Adriana, Martin se dio cuenta de que no podía arreglárselas sola. “No pude hacerlo”, admitió al Mirror. “Papá se negó a ayudarme. Dijo que no era su hijo”. Sintiéndose abrumada, buscó a alguien que adoptara a Adriana y se conectó con María, una abogada en Miami, quien se convirtió en una fuente de gran apoyo. “María era como otra madre para mí”, compartió Martin. “Me ayudó con todo: terapia y garantía de que estaba haciendo lo correcto”.
Ante una situación similar con su hijo Tyler, Martin vuelve a recurrir a María, quien le ayuda a encontrar un hogar amoroso para él. Sin embargo, estas decisiones siguieron pesando mucho sobre él. Ella reveló que no ha tenido contacto con ninguno de los niños desde la adopción y no está segura de si saben de ella.
Al reflexionar sobre la experiencia, Martin reconoció el costo que tuvo en su salud mental y dijo: “Fue muy difícil. Pasé por un mal momento porque tenía depresión. Si hubiera podido cambiar las cosas, las habría mantenido, pero Era joven, tenía dificultades y no sabía cómo acceder a recursos que pudieran ayudarnos”.